A pesar de ser relativamente poco conocido fuera de Italia, Fabrizio de André es
uno de los cantautores más importantes del siglo XX. Quizás el mejor. Sus letras no
tienen nada que envidiarle a las de Bob Dylan, Leonard Cohen o George Brassens
y su voz y arreglos musicales son muy superiores. Además, en algunos de sus discos, en particular en
Crêuza de mä, cantado en su lengua materna genovesa, creó un sonido único quizás sólo comparable en influencia en la World Music con Graceland de Paul Simon.
Los temas de sus textos a veces recuerdan los de Joaquín Sabina.
No siempre tienen su sentido del humor, pero lo compensan con una profundidad y sutileza que rara
vez alcanzan los del español. La libertad es tal vez el motivo central de su
obra y aparece con frecuencia en la forma de personajes marginales: André crea imágenes
de asesinos, vagabundos, emigrantes, indígenas y campesinos que gozan de un
privilegiado sentido de la dignidad.
Sus críticas irónicas se afilaron contra la iglesia católica, la
corrupción de la política y la hipocresía de los moralistas. Y entre sus influencias literarias, está
Álvaro Mutis. Tanto, que André reescribió el poema Desmedida Plegaria en su
canción Smisurata Preghiera. El italiano también había quedado fascinado por
Maqroll, que se la pasa contemplando el deterioro
del mundo desde lo alto. Sin duda debió identificarse con esa figura solitaria, triste y
observadora de Mutis y no pudo sino rendirle tributo.
Tal como lo veo yo, Dylan es sobre todo rocanrol, Sabina un
vividor, y Guccini un guerrillero. Pero su música muere con el siglo XX. André
es atemporal. Su música parece brotar de una época inexistente que, sin embargo,
recordamos con nostalgia. En sus canciones están Petrarca y Boccaccio. Están la
Biblia y el infierno dantesco. La guerra y los condenados que caminan al
patíbulo, todavía enamorados. Infieles de Oriente cuya hospitalidad y gentileza
insistimos en negar en estos tiempos. Y un Dios ocupado y cansado de escuchar
los quejidos de la gente.
Hace unos ocho años cuando ponía el único disco que tenía de
André. Mi abuela silbaba una de las canciones y decía que se la sabía porque
era la de una telenovela que ella veía hace siglos con los hijos. No sé bien qué
une a André, a Mutis y una telenovela latinoamericana, pero me alegra ver que
los recuerdos de mi papá con mi abuela se unen con las canciones hermosas de
André y los poemas de Álvaro Mutis. Algún sentido tendrá.
Concierto - A Cumba
Concierto - A Cumba
De André nos dejó un legado magnifico. Tengo 20 años y estoy enganchado a sus canciones.
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